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Presentación

Mi acercamiento al mundo de la Astronomía es relativamente reciente. Aunque desde pequeño me ha fascinado el Cosmos y sus objetos, siempre me he adentrado en este campo desde una vertiente teórico-física. Me fascinan los libros de divulgación científica que tratan sobre las diferentes teorías, hablan de agujeros negros, el concepto de infinito... En este sentido Hawking, Greene, Penrouse y muchos más tienen buena culpa de todo esto.
Estando ya en el instituto de profesor, tuve la suerte de asistir al Parque de las Ciencias de Granada por enésima vez. Es un lugar que todo el mundo debería visitar, un “museo del conocimiento” que siempre me sorprende con algo nuevo por muchas veces que lo hayas visitado. Ese día teníamos programada una visita al planetario con los alumnos. Hay veces que la temática había sido la Luna, otras la evolución del sistema solar y ese día tocaba hablar de las constelaciones y el cielo.
Yo no sé si fue la cúpula, el sillón reclinado, la luz apagada o la agradable voz de la persona dedicada a exponerlo, no sé si fue la manera de explicarlo pero para mí supuso una experiencia tántrica, una metamorfosis que me hizo ver el cielo de otra manera. Nos fue presentando las constelaciones una a una, intercalando mitología con ciencia, de una saltábamos a otra y ¡parecía tan sencillo! Hasta entonces yo pensaba que simplemente situar la posición de la osa mayor era una empresa compleja. El operario iba buscando semejanzas en la forma de las constelaciones, imaginando formas y figuras donde solo había puntos de luz. A mí se me hizo cortísimo, me gustó tanto que al día siguiente fui a buscar unos prismáticos viejos que tenía dentro de un cajón.
Me di cuenta que cada cosa que hacemos, si la hacemos con pasión, puede despertar un sentimiento nuevo, me di cuenta que si una simple sesión de planetario había cambiado la forma de pensar en un adulto que no podemos influir en la permeable personalidad de un niño…
 
Lo que voy a contar seguro que les ha pasado a muchos, pero no fue hasta una calurosa y clara noche de Agosto, en lo alto de una loma cuando se introdujo el "gusanillo" en mi. La excusa para subir hasta allí fue otra pero al final fue el cielo el que tenía la última palabra. Siempre me ha gustado saber el nombre de la estrella que estaba mirando. Esa noche vi muchas titilear pero no conocía a ninguna. Mi ignorancia solo me permitió distinguir a la Osa Mayor y poco más. ¿Qué tipo de estrella es cada una? ¿A qué distancia está? Sé que incluso a día de hoy responder a estas preguntas es complejo si no tienes una buena guía del firmamento o dispones de un software adecuado. Pero es que yo no sabía nada. Con el tiempo fui recopilando información y empecé a buscar las constelaciones en nuestro cielo. - "Pues esa es Casiopea....", -"Ahí está Orión..." y así toda la noche porque mientras el tiempo transcurría otras constelaciones venían a sustituir a las anteriores. Así empezó todo. Luego me dió por pensar en cómo se vería ese mismo cielo con unos simples prismáticos. Desempolvé mis viejos Super Zenith y pude ver con otros ojos (nunca mejor dicho) lo que sin ellos había intuido antes.
Estoy seguro que esta historia es la misma que han vivido todos, unos antes y otros después. Como también estoy seguro que, ver por primera vez la Via Lactea te llega a estremecer y recordar como un golpe, lo insignificante que es el ser  humano.
Aproveché mi cámara reflex y la fotografía adquirió una nueva dimensión para mi. Esto me acercó a lo que se conoce como  Astrofografía.
Os presento aquí mis apuntes hechos durante mis visitas al cosmos. He intentado describir todo de manera que os pueda ayudar en la medida de lo posible. Sobre todo he querido que sea mi cuaderno personal de notas. Algo que pueda revisar en un futuro, orgulloso y con una sonrisa en la boca.

Objetivos del Blog:
  • Acercar al visitante la experiencia con mi telescopio reflector de escasa apertura para que pueda comparar sus trabajos con los míos.
  • Proponer técnicas sobre astrofotografía en lo referente a planetaria.
  • Fomentar la competencia creativa y artística mediante la realización de dibujo astronómico usando materiales diversos.
  • Incentivar el gusto por la astronomía, el cielo y sus objetos. Propiciar en el lector el mismo espíritu inquieto que el de los antiguos científicos.
  • Guiar al astrónomo novato en sus paseos por espacio profundo.
  • Aconsejar lecturas que considero productivas para todo el que quiera adentrarse en este mundo.
  • Desarrollar experiencias de campo que nos pongan en sintonía con técnicas que usaban los astrónomos hace siglos.

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